Todos los días utilizamos Internet para enviar y recibir correos electrónicos, hablar con nuestra familia, amigos o compañeros de trabajo a través de las redes sociales, comprar o consultar a nuestras cuentas bancarias online. Sin embargo, casi nunca pensamos en prevenir las amenazas de ciberseguridad. Damos por sentado y confiamos plenamente en que nuestras credenciales están a buen recaudo, y que nuestras aplicaciones y conexiones son seguras. En esta entrada del blog, nos centraremos en las medidas clave que han de tomarse para salvaguardar los datos personales y de empresa.
Protege tus credenciales de inicio de sesión
Los medios publican cada vez más a menudo noticias sobre cuentas pirateadas y datos de usuario robados. En los últimos años, ha habido ciberataques a nivel mundial que han comprometido los datos personales de millones de usuarios y que han afectado incluso a las principales redes sociales, como LinkedIn o Facebook. Por eso, es fundamental no utilizar las mismas credenciales para todas las cuentas. Y menos aún para las de trabajo, como el correo electrónico o el sistema de acceso remoto.
Las contraseñas deben ser lo más complejas posible para que los atacantes no logren descifrarlas. Es recomendable que tengan como mínimo doce caracteres y combinen letras mayúsculas y minúsculas, números e incluso caracteres especiales. Además, no se debe utilizar fechas de cumpleaños, nombres ni partes de una dirección, como el código postal.
La tabla que aparece a continuación, creada por el equipo de Hive Systems, es un claro ejemplo de lo robusta que ha de ser una contraseña para que sea segura.
Gestor de contraseñas
Memorizar las credenciales de cada cuenta es un auténtico desafío. Por eso, es aconsejable hacer uso de un gestor de contraseñas para almacenar las credenciales tanto de trabajo como personales. De esta forma, solo tendrás que recordar la contraseña maestra para acceder al programa y consultar los datos de usuario de todas tus cuentas.
Autenticación de dos factores
Las contraseñas robustas y complejas son solo una solución parcial. Como ya hemos comentado previamente, se producen bastantes robos de credenciales mediante métodos muy variados. Para proteger aún mejor tus cuentas, es recomendable recurrir a la autenticación de doble factor siempre que se pueda. Este sistema añade una capa extra de seguridad que se suma a tu contraseña. El segundo paso para autenticarse se realiza, por ejemplo, a través de una aplicación móvil. Por lo tanto, cada inicio de sesión también debe autorizarse por medio de dicha aplicación. Es muy poco probable que un atacante sea capaz de acceder a ambos mecanismos de autenticación al mismo tiempo. Cuanta mayor información confidencial contengan las cuentas, más importante será protegerlas: cuentas bancarias online, redes remotas de empresa, etc.
Autor de la publicación
Alexander Warschun
«Como IT Operations y Security Officer en Unite, soy responsable de la seguridad y el correcto funcionamiento de nuestra plataforma. Disfruto trabajando en Unite porque tengo mucha libertad y margen de maniobra para aportar mis ideas. Además, siempre se presentan nuevos retos que me permiten seguir desarrollándome profesionalmente».