Criterios del Circular Challenge
Este reto de cocina circular tiene un foco claro en concienciar sobre la sostenibilidad a través de la cocina, por eso se evalúan las creaciones culinarias de acuerdo con los siguientes criterios:
Sostenibilidad de los productos
Se premia que sean productos de temporada, de proximidad, ecológicos o respetuosos con el medioambiente, de comercio justo, que favorezcan la biodiversidad y con el mínimo envasado posible.
Con un presupuesto de 40 euros por equipo, la compra de los ingredientes se realizó en el Mercado Central de Valencia, situado a pocos minutos de la cocina-taller de Food & Fun. Este impresionante mercado, conocido por ser uno de los emblemas del modernismo valenciano, ofrece una interesante selección de productos de la región como frutas, verduras, pescados, encurtidos o carnes.
Etiquetado sostenible
Hay una serie de certificaciones que ayudan a identificar el impacto de los productos que adquirimos, entre ellas:
Sellos bio o ecológico, de bienestar animal, de parques naturales...
Sellos específicos para acuicultura y pesca como MSC, ASC, Atún de pesca responsable, Naturland, Friend of the Sea, BAP.
Sellos específicos para ganadería como «Raza 100 % Autóctona», que se utiliza para fomentar y preservar la diversidad genética de las razas autóctonas y promover la producción local y sostenible.
Nutri-Score: valora la calidad nutricional de la A a la E (A = producto menos procesado y, por tanto, más saludable; E = producto altamente procesado).
Recetas y elaboraciones
La sostenibilidad también aplica a las recetas que se preparan y a la manera de elaborarlas, por eso es importante fomentar:
El patrimonio cultural, con la recuperación y/o reinterpretación de recetas antiguas o tradicionales.
El ahorro energético y de agua en la elaboración y el consumo de los platos.
Gestión de residuos
Desde Food & Fun nos dan algunos consejos para optimizar la gestión de los residuos derivados de la preparación de los platos. Para ello proponen tres sencillos pasos:
Preparar una buena lista de la compra que nos permita reducir el desperdicio.
Reutilizar los ingredientes y las preparaciones.
Reciclar los residuos, por ejemplo, desechando cada resto en el contenedor correspondiente (orgánico, papel, plástico y cristal).
